Patrimonio Cultural de Jalisco, UNESCO.
El Estado de Jalisco, cuenta con dos Patrimonios Culturales, los cuales son:
1.Hospicio Cabañas de Guadalajara.
Este hospicio se creó a principios del siglo XIX para dispensar cuidados y ofrecer asilo a toda suerte de desamparados, ya fuesen huérfanos, ancianos, discapacitados o inválidos. El conjunto arquitectónico es único en su género ya que presenta una serie de elementos absolutamente originales, especialmente concebidos para satisfacer las necesidades de los asilados. A comienzos del siglo XX, la capilla fue ornamentada gracias al pincel de José Clemente Orozco, uno de los grandes muralistas mexicanos de la época.
El arquitecto Manuel Tolsá, diseñó un conjunto predominantemente neoclásico a escala monumental, que ocupa 2,34 hectáreas. A pesar de su tamaño, la singularidad del hospicio se relaciona principalmente con la simplicidad de su diseño, específicamente sus dimensiones y la armonía lograda entre los edificios y los espacios al aire libre. La composición general está formada por una planta rectangular de 164 metros por 145 metros y contiene un complejo de edificios de una sola planta dispuestos alrededor de una serie de veintitrés patios de diferentes tamaños y características.
El fundador del hospicio, el obispo Cabañas, encargó un diseño que respondiera a sus necesidades sociales y económicas a través de una destacada solución de gran sutileza y humanidad. La escala de una sola planta, los pasillos cubiertos entre los edificios y las arcadas que atraviesan la mayoría de los patios se centraron en la comodidad de sus residentes, permitiéndoles moverse libremente. La luz y el aire proporcionados por los espacios abiertos tenían como objetivo promover la curación. Además, era uno de los objetivos del obispo Cabañas educar a los residentes a través del aprendizaje de un oficio.
El inmueble actualmente es propiedad del Estado de Jalisco y administrado por el Instituto Cultural Cabañas. Está protegido como monumento histórico inmueble en virtud de la Ley Federal de Zonas y Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos de 1972, que impone controles estrictos a las intervenciones. La responsabilidad técnica de su conservación y restauración recae en la Secretaría de Cultura del Gobierno de Jalisco con el apoyo técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), ambos parte del Consejo Nacional de Cultura. y las Artes (CNCA) del Ministerio de Educación.
La Región del Agave, en la Región de los Valles del Estado de Jalisco, es uno de los paisajes culturales más importantes de México, no sólo por la importancia del paisaje natural que ofrece, sino por la tradición cultural que se ha conservado durante varios siglos y de la cual Ha surgido uno de los principales íconos que identifican a nuestro país: el tequila.
El sitio de 35.019 ha, entre las estribaciones del Volcán de Tequila y el profundo valle del Río Grande, es parte de un extenso paisaje de agave azul, moldeado por el cultivo de la planta utilizada desde el siglo XVI para producir aguardiente de tequila y para al menos 2.000 años para fabricar bebidas fermentadas y telas. Dentro del paisaje se encuentran destilerías en funcionamiento que reflejan el crecimiento del consumo internacional de tequila en los siglos XIX y XX. Hoy en día, la cultura del agave es vista como parte de la identidad nacional.
El cultivo del agave y su destilación ha producido un paisaje distintivo dentro del cual se encuentra una colección de excelentes haciendas y destilerías que reflejan tanto la fusión de las tradiciones prehispánicas de fermentar el jugo de mezcal con los procesos de destilación europeos como las tradiciones locales y tecnologías importadas, tanto europeas como americanas. El paisaje agavero ejemplifica el vínculo continuo entre la antigua cultura mesoamericana del agave y la actualidad, así como los contornos del proceso de cultivo desde el siglo XVII, cuando se crearon plantaciones a gran escala y las destilerías comenzaron a producir tequila. El paisaje general de campos, destilerías, haciendas y pueblos es un ejemplo sobresaliente de asentamiento humano tradicional y uso de la tierra que es representativo de una cultura específica que se desarrolló en Tequila.
Los métodos de cultivo y procesamiento conservan su autenticidad y todavía existe un vínculo definido entre el lugar donde crecen las plantas de agave y las destilerías a las que se envían: solo el tequila procesado a partir de piñas de agave cultivadas en la propiedad inscrita es elegible para una Declaración de Origen. . El trabajo en el campo agrícola da fe de la supervivencia de elementos esenciales que han moldeado el paisaje agavero desde su creación y la continuidad de un proceso cultural milenario.
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